La obesidad es una enfermedad crónica tratable que aparece cuando existe un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo.
Los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen porque actúa como un agente que acentúa y agrava a corto plazo y de forma muy evidente patologías graves como la diabetes, la hipertensión, las complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica), e incluso algunos tipos de cáncer, como los gastrointestinales.
A pesar de que hay influencias genéticas, de comportamiento y hormonales para el peso corporal, la obesidad se produce cuando ingieres más calorías de las que quemas a través del ejercicio y de las actividades cotidianas normales. El cuerpo almacena ese exceso de calorías en forma de grasa.
En algunos casos, la obesidad puede tener una causa médica, como el síntoma de Prader-Willi, el síndrome de Cushing u otras enfermedades y trastornos. No obstante, estos trastornos son raros y, en general, las principales causas de obesidad son las siguientes:
Inactividad. Si no haces mucha actividad, no quemas tantas calorías. Si tienes un estilo de vida sedentario, es muy fácil que todos los días ingieras más calorías de las que usas para hacer ejercicio y para las actividades cotidianas normales.
Dieta y hábitos alimentarios poco saludables. El aumento de peso es inevitable si, a menudo, comes más calorías de las que quemas. La dieta de la mayoría de los estadounidenses tiene demasiadas calorías y, está repleta de comidas rápidas y de bebidas con alto contenido de calorías.
Si eres obeso, es más probable que manifiestes diversos problemas de salud graves, como los siguientes:
Aunque hay disparidad de opiniones sobre su eficacia, la forma más común de determinar si un paciente padece obesidad es calcular su índice de masa corporal, por el cual se obtiene la cantidad de grasa corporal y, dependiendo de los resultados, cuáles son los posibles riesgos para la salud.
A partir de esto, el especialista podrá determinar si se ha producido algún daño colateral en el resto del organismo y diagnosticarlo para su tratamiento.
El abordaje de la obesidad debe hacerse de forma multidisciplinar incluyendo una buena alimentación, la práctica de ejercicio físico, el apoyo psicológico y el tratamiento farmacológico.
La obesidad es una enfermedad crónica que tiene un gran impacto en la calidad de vida del paciente y es un factor de riesgo de múltiples enfermedades. Según los expertos, la prevención desde la infancia es imprescindible para reducir las cifras de esta pandemia.
La prevención de la obesidad debe incluir un cambio de hábitos en alimentación y en actividad física:
Alimentación
Comer bien es uno de los pilares principales para evitar la obesidad. Entre los errores que se cometen con más frecuencia está seguir una dieta, tal y como señala Susana Monereo: “hay que evitar estar eternamente a dieta porque el efecto yoyo al final siempre acaba en obesidad. La mejor manera de acabar gordo es ponerse a dieta a destiempo, mal aconsejado y sin tener claro qué quieres cambiar en tu vida”, advirtió la especialista.
¿Cómo debe ser nuestra alimentación? El punto de partida hacia el éxito es cambiar los hábitos de alimentación y adquirir una rutina alimentaria saludable en la que seamos partícipes. Es decir, el paciente tiene que ser activo, conocer bien los grupos de alimentos y hacer una ingesta calórica adecuada a la cantidad de ejercicio que realiza a lo largo del día. Seguir este patrón de alimentación es la única posibilidad de prevenir la obesidad y en caso de adelgazar, mantener la pérdida de peso en el tiempo.
Ejercicio físico
La prescripción de actividad física debe ser la adecuada y bien ajustada a cada sujeto, ya que si no está guiada podemos caer en el error de no llegar a los umbrales de ejercicio necesarios.
Para evitar la obesidad el ejercicio físico debe combinar los ejercicios de fuerza con el trabajo cardiovascular, ya que al mejorar la fuerza también lo hará la capacidad de moverse, aumentará la motivación y la adherencia a ese programa tanto de ejercicio como de nutrición.
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